Los personajes, como las personas, son imperfectos. No necesitan ser agradables, pero deben ser interesantes. A continuación, te explicaré algunos consejos para el desarrollo eficaz del carácter.
Desarrolla personajes que reflejen tus intereses
Vas a pasar mucho tiempo con tus personajes, por lo que la regla de ficción «escribe de lo que sabes» también se aplica a ellos. No tengas miedo de dotar a tu protagonista con cualidades familiares, pero prioriza tus pasiones y asegúrate de que tus personajes principales emerjan del escenario y los temas que has desarrollado hasta ahora.
Revela su mundo físico a través de los detalles
Diferentes escritores se enfocan en diferentes detalles para evocar el carácter, ya sea deliberadamente o no. Balzac se centró en la apariencia física de sus personajes. Dashiell Hammett nunca alimentó a sus personajes, mientras que Charles Dickens los alimentó de manera extravagante. Algunos escritores están interesados en revelar el carácter a través de la ropa, como lo hizo Flaubert, mientras que otros prestan atención a los gestos o la apariencia física. Independientemente de los detalles que elijas, es importante que conozcas íntimamente el mundo físico de tus personajes y cómo se relacionan con él.
Dales las habilidades adecuadas
Tus personajes deben tener habilidades que les permitan funcionar en tu entorno. Si has elegido llevar tu novela a la luna, asegúrate de que tu personaje tenga un traje espacial o aprenda a usar uno.
Crea personajes memorables
Al crear personajes importantes que el lector va a conocer más de una vez, asegúrate de que sean memorables de alguna manera. Trata de darle a cada uno una peculiaridad o cualidad que pueda usarse más adelante para ayudar a los lectores a recordar quiénes son. Podría ser un título como «jefe de policía» o un atributo físico como «pelirrojo».
Dale al lector acceso a su conflicto interno
Una forma de crear intimidad con tu lector, y hacer que se preocupe por tu personaje principal, es usar un monólogo interno. Esto significa dejar que el lector vea los pensamientos de un personaje a medida que ocurren, lo que expone el conflicto interno, las motivaciones, las opiniones y la personalidad de esa persona. El monólogo interno no solo revela el carácter: es una forma elegante de transmitir información sobre su entorno, eventos y otros personajes.
Subvierte las expectativas de tu lector
Los personajes más interesantes sorprenderán a tus lectores. Piénsalo: no tenemos que prestar atención a las cosas que son estables. Pero cuando sucede algo inesperado, por ejemplo, un lobo sale del bosque, prestamos atención.